Invertir en la Bolsa con Mira Laser

Inversiones con mira laserUno de los factores que determinan el éxito o el fracaso en las inversiones en la Bolsa de Valores es la precisión.

Precisión es simplemente invertir en el momento adecuado y en la tendencia adecuada.

Este factor separa a los inversionistas ganadores de los inversionistas perdedores. La mayoría de personas solamente invierten en la Bolsa de Valores comprando acciones, porque les gusta la compañía o porque alguien se las ha recomendado muy bien, o simplemente porque han oído en los noticieros financieros de la T.V. o por Internet que dicha compañía es muy buena para invertir.

¡Pero eso no es suficiente!

Por supuesto que es importante invertir en compañías que tienen crecimiento en sus ventas, en sus ganancias y que tienen un buen producto. Que además están creciendo en el mercado, y que tienen una buena porción de su mercado objetivo.

Pero esto es simplemente uno de decenas de factores que usted debe considerar antes de invertir en la Bolsa de Valores. El factor más importante es invertir en el momento adecuado y en la tendencia adecuada, esto es la precisión.

Déjeme explicarle la importancia de lo que le estoy mencionando con el siguiente ejemplo, y cómo eso puede ser la diferencia en que su portafolio de inversión crezca o simplemente se esté deteriorando y se esté erosionando gradualmente. Clic aquí para ver un video donde le muestro una transacción con precisión de mira laser.

La transacción fue hecha en la acción con símbolo WFR.

martes, 22 de enero de 2008

Mata La Vaca!!

image001Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado.

Entonces se aproximo al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: -En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿Cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?

El señor calmadamente respondió: -Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, manteca, etc.., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.

En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: -Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí en frente y empújela al barranco.

El joven vio al maestro con espanto y le cuestionó el hecho. Sobre todo porque la vaquita era el único medio de subsistencia de esa familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, cumplió temeroso la orden y empujó la vaquita por el precipicio, viéndola morir.

Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un día, el joven resolvió dejar a su maestro y regresar a aquel lugar para contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos.

Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con un automóvil en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado, imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía ahí hace unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo ahí.

Consternado, el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al señor: - ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar la vida?

El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaquita, pero un día se cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos.

Así, alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora...

Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra supervivencia, la cual es una convivencia con la rutina.


NOS HACE DEPENDIENTES Y NUESTRO MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA PRODUCE.

Descubre cual es tu vaquita y empújala por el precipicio...

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